miércoles, 19 de diciembre de 2012

The Special One





No encuentro mejor momento para romper una lanza por José Mourinho. La temporada del Real Madrid, a día de hoy, es decepcionante, cuanto menos. Los blancos han perdido la Liga ya en diciembre, están al borde de la eliminación en la Copa del Rey, y han pasado más apuros de los previstos para acceder a los octavos de final de la Champions League como segundos de grupo.
Muchos son los que llevan más de dos años esperando este momento para atizar sin miramientos al técnico portugués, desde culés y colchoneros, hasta periodistas y madridistas.
Lo de los archirrivales, bien sean vecinos o catalanes, parece normal. A nadie le gusta tener a los mejores en el bando contrario.
Respecto a los periodistas es hasta lógico. Desde su llegada a Madrid el de Setúbal ha concedido entrevistas a medios de comunicación de toda Europa, y sin embargo, sus apariciones en radios, televisiones y periódicos españoles son esporádicas, prácticamente inexistentes. Quizás sea por la cantidad de falacias que éstos se han inventado sobre el vestuario blanco.

En cuanto a los madridistas, nunca llueve al gusto de todos. Unos prefieren técnicos títeres, que ni pinchan ni cortan en la plantilla y que son manejados a su antojo por los jugadores, y otros se decantan por sargentos de hierro que pongan firmes a sus soldados.
Que Mourinho despierta amores y odios a partes iguales no es nada nuevo. Y con el mal arranque de temporada la balanza se ha inclinado claramente hacia los aspectos negativos.
El año parece perdido, y es que a perro flaco, todo son pulgas. A las lesiones de jugadores importantes como Higuaín y Marcelo, hay que sumar los múltiples errores defensivos a balón parado. Aunque el mayor de los sueños para los madridistas sigue aún intacto: la décima. Y si alguien es capaz de devolver la mentalidad ganadora a este equipo es José Mourinho.
El 28 de mayo de 2010 se hacía oficial su fichaje por el Real Madrid tras el triplete cosechado con el Inter de Milán. Florentino Pérez le encargó varias misiones: pasar de octavos en la máxima competición europea seis años después, acabar con la sequía en la Copa del Rey que duraba 18 años, y sobre todo, romper la hegemonía del Barça, que por entonces lo ganaba todo.
Se puede dudar de sus formas, pero no de sus innumerables méritos hasta la fecha. Otra de sus virtudes es que dice verdades como puños. Por ejemplo, que la cantera está para surtir de jugadores a la primera plantilla, y no para hacer un digno papel en la Liga Adelante. Algo que parece de cajón, pero que nadie se ha atrevido a comentar hasta esta temporada.
Gracias a él también el club se ha desprendido de rémoras como Jorge Valdano, cuya única función era hablar y hablar después de los partidos hasta exasperar al espectador.
Al final, todo parece indicar que el luso se marchará al final de temporada, o antes. Los periodistas, ávidos de una entrevista con él que nunca llegará, conseguirán su objetivo gracias a su constante persecución. Como ya hicieron en su día con Manuel Pellegrini, y al que por cierto ahora elevan a los altares del fútbol con su Málaga.
Como sustitutos suenan Löw, Rafa Benítez, Wenger o Ancelotti, todos ellos de un nivel o dos por debajo de Mou. Incluso los más osados se atreven a citar a Toril, aunque suene a broma pesada. Veremos entonces si el Madrid se mantiene en la élite futbolística, o si se pasa otro largo periodo en la mediocridad. Aunque eso sí, con el famoso señorío intacto.

2 comentarios:

  1. totalmente de acuerdo Crespo al 100x100, Toril seria incluso peor q Michel

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  2. y lo peor son los Madridistas que no le apoyan y quiere que venga cualquier pelele al banquillo.

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