Histórico, memorable, pero sobre todo, irrepetible. Se acaban
los calificativos para describir una nueva hazaña de Rafa Nadal. Nadie en la historia ha dominado un torneo de Grand
Slam como lo está haciendo el balear con Roland Garros.
Ocho títulos en París que se resumen en 59 triunfos (uno más
que Guillermo Vilas y Roger Federer) y una única derrota, en
los octavos de final de 2009 ante Robin Söderling.
A este paso no sería de extrañar que los franceses, muy a su pesar, utilizasen
al tenista español para renombrar su pista central; si Philippe-Chatrier levantase la cabeza…
El de este año tiene un sabor especial. Muchos eran los que le
daban por muerto, los que creían que no iba a volver a la élite tras estar más
de siete meses fuera de competición. Vaya si se equivocaban.
La final fue casi como la última etapa del Tour, un paseo por
los Campos Elíseos. A David Ferrer, tras
apabullar a Jo-Wilfried Tsonga, le
quedó enorme su primera final de un grande, aunque seguramente el destino le
deparará una nueva oportunidad.
No se puede decir lo mismo de la semifinal, enfrente estaba Novak Djokovic. Los dos tuvieron el
partido ganado y perdido. Y teniendo en cuenta la inercia de sus últimos
enfrentamientos, lo normal hubiese sido que la balanza se decantara hacia el
serbio, pero éste deberá esperar un año más para completar su Grand Slam.
Rafa ha vuelto como lo hacen los grandes, con ese poderío
físico y mental que siempre le ha caracterizado, con ese insaciable hambre de
victoria. Es el tenista con más triunfos y títulos en lo que llevamos de 2013. Ya
ha conquistado Sao Paulo, Acapulco, Indian Wells, Barcelona, Madrid, Roma y
París.
La extraña e injusta forma de puntuar que utiliza la ATP
permite que se dé una curiosa circunstancia. Y es que a pesar de reinar una vez
más en Francia, ha bajado un puesto en la famosa lista. Aunque la realidad es bien
distinta, y está más cerca de recuperar el número uno mundial. De aquí a final
de año no tiene puntos que defender, todo lo contrario que sus principales
rivales.
Es su duodécimo torneo de Grand Slam, adelanta a Björn Borg y a Rod Laver, e iguala a Roy
Emerson. Ahora sólo tiene por delante a Pete Sampras (14) y a Roger
Federer (17). Además él sólo ya supera todos los conseguidos por el resto
de tenistas españoles: Manuel Santana
(4), Sergi Bruguera (2), Andrés Gimeno (1), Manuel Orantes (1), Carlos
Moyá (1), Juan Carlos Ferrero
(1) y Albert Costa (1).
Nadal no tiene límites, no se conforma con ser el mejor
deportista español de la historia, quiere más. Tan grande en la victoria como
en la derrota, nadie sabe dónde está su techo.
Todo a su tiempo, ahora toca parar. No conviene forzar esa maltrecha rodilla. No volverá
a coger una raqueta, en partido oficial, hasta Wimbledon. Allí empezó su
calvario el año pasado, cuando cayó eliminado en segunda ronda ante Lukas Rosol.
La cita es en dos semanas en el All England Club, con muchas
dudas por resolver. Federer intentará igualar la gesta de Rafa con su octavo título
y Djokovic buscará resarcirse de la derrota en París con su segundo. Y si
hablamos de enormes retos ahí estará Andy
Murray. Señalado una vez más como la gran baza local para dejar el torneo
en suelo británico. El último héroe fue Fred
Perry en 1936.
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