En ese período de tiempo Florentino Pérez juntó a Figo, Zidane y Ronaldo (y algún pavón que otro). También en un solo bienio desfilaron por el banquillo del Bernabéu Queiroz, Camacho, García Remón, Luxemburgo y López Caro, uno detrás de otro. Y es que 24 meses dan para mucho, incluso para dar la vuelta a la tortilla.
El 29 de noviembre de 2010 Mourinho visitaba por primera vez el Camp Nou como entrenador del Real Madrid. Y el correctivo fue muy duro 5-0. Aunque seguramente lo peor fue la imagen dejada por los blancos, que se sintieron completamente incapaces de competir con los de Guardiola.
Las críticas fueron por entonces fuertes y merecidas por igual. Que si el de Setúbal no podía entrenar al Real Madrid porque sus valores no coincidían con los del mejor club del siglo XX, el famoso señorío, que cada uno lo interpreta a su gusto. Que si Guardiola tenía la pócima secreta del fútbol, y el resto de los equipos sólo podían mirar y aplaudir su juego. Que si Cristiano se nublaba contra el Barcelona y veía la portería como una de futbito.
Desde entonces en los Clásicos se han producido victorias culés, triunfos merengues y empates, pero con una interesante novedad: los blancos nunca han vuelto a agachar cabeza, sino que ahora miran a la cara a los azulgranas. Algo que ha provocado directa o indirectamente la marcha de Guardiola a Central Park, lejos de su queridísima Cataluña, tras conseguir una pírrica Copa del Rey.
El empate de ayer vino a confirmar la tendencia conseguida con el triunfo que aseguró la pasada Liga y la victoria en la Supercopa de España. Un reparto de puntos que se produjo por una extraña falta de ambición de los merengues, que perdieron una oportunidad de lujo para meter mano a los culés y reducir los exagerados ocho puntos que les separan en la tabla.
Los culés siempre se han aferrado, fuese cual fuese el resultado, a la posesión y los tiros a puerta. Decían que los blancos solo podían hacerles frente con juego duro que muchas veces traspasaba los límites del fair play. Pero tras el partido de ayer, ni a eso se pueden agarrar. Los madridistas tiraron más a puerta e hicieron menos faltas, a pesar de que un perdido Tito (al que le queda el puesto mas grande que a la alcaldesa madrileña Ana Botella) pidiese un video con las entradas de Pepe que nadie vio. Eso sí, la posesión, por enésima vez, fue para ellos. Una posesión muy práctica si tenemos en cuenta que Casillas no intervino ni una sola vez en todo el encuentro.
Basta con ver tanto a Pepe (que ayer cometió posiblemente su único fallo defensivo del año, mal momento eligió) como un perdonado y resucitado Ramos se atreven a recibir en el medio del campo a Messi, sin recular hasta su portero como hacen todos los defensas (sin excepciones) de la supuesta mejor liga del mundo.
Durante estos últimos años de éxito blaugrana, muchos son los que lo atribuían a su estilo de juego, único e inconfundible, y que no dejaban de lado ni a las duras ni a las maduras. Pero donde muchos ven virtud yo veo defecto. No puede ser que "el mejor equipo de la historia" no tenga alternativas en su forma de jugar. Algo que sin embargo sí tienen los de Mourinho, que dependiendo del rival y del momento del partido optan por el denostado trivote, por jugar con dos bajitos o por sacar dos delanteros, perro y gato.
Muchos y recientes han sido los éxitos del Barcelona, y casi todos merecidos. Pero quizás si hubiesen tenido un plan B contra el Inter de Milán en 2010 o contra el Chelsea el pasado año, tendrían en sus vitrinas dos orejonas más, y se acercarían un poco a las nueve (o diez) del Real Madrid.

Hola Nacho:
ResponderEliminarSoy Jesús, amigo de tu amigo Fernando (es mi compi del curro). No sé si antes con el móvil fui capaz de enviarte el mensaje.
Si puedes, por favor, ponte en contacto conmigo en el siguiente correo CompartirPasion@CompartirPasion.com
Me gustaría saber si te interesaría escribir con nosotros en http://CompartirPasion.com
Fernando dice que eres un apasionado del deporte, y nosotros también :D:D así que a ver si hay suerte!!!