lunes, 12 de noviembre de 2012

La rebelión de los modestos




Pocos son los equipos que se atreven a salir con todo a por la victoria en el Santiago Bernabéu o en Stamford Bridge. Y eso es exactamente lo que vimos la semana pasada con el Borussia Dortmund y el Shakhtar Donetsk. Al final ninguno se llevó los tres puntos, pero la puesta en escena queda ahí.
Dos conjuntos con algunos rasgos en común. Ambos han ganado las dos últimas ligas de su país, y lo que es más importante, han conseguido mantener el bloque que les hizo llegar al título, así como sus entrenadores: Jurgen Klopp y Mircea Lucescu.
Por eso, viendo además que los grandes de Europa no están en su mejor momento en cuanto a juego y resultados, me atrevo a colocarlos como candidatos a levantar La Orejona. Aunque es verdad que les falta el empaque de los equipos grandes, y habría que verlos torear en plazas mayores, saber si son capaces de mostrar este atrevimiento que han mostrado hasta ahora en rondas más avanzadas, como en una hipotética semifinal.
Pero vamos por partes, primero el caso alemán. El Borussia Dortmund le ha arrebatado las dos últimas Bundesligas al todopoderoso Bayern Munich (aunque esta temporada parece imposible repetir la hazaña). El conjunto que dirige con maestría desde hace cinco años Klopp está bien armado atrás con un decente portero (Wiedenfeller), centrales de gran envergadura y categoría (Subotic y Hummels) y laterales de largo recorrido (Piszczek y Schmelzer).
El centro del campo está en manos de dos mediocentros de contención (Gündogan y Kehl) que dan absoluta libertad a los tres magos del equipo (Goetze, Blaszczykowski y Reus, la guinda del pastel que han traído este año del otro Borussia, el de Mönchengladbach).
Y arriba un nueve puro (Lewandowski), de los de toda la vida, que precisamente fue el principal culpable de los dos goles que encajó el otro día el Madrid, con sendas prolongaciones para Reus, que ya ha dejado su impronta en el campo del Madrid y del Manchester City, y Goetze.
Los alemanes están prácticamente en octavos, casi seguro como primeros de grupo, y a ver quién es el listo que los elimina a doble partido. De momento, el Madrid, el Manchester City y el Ajax han sido sus primeras víctimas.
Y ahora toca hablar de la verdadera sensación de la competición: el Shakhtar Donetsk. Un equipo sin rival en su país, pero que en Europa es capaz de jugar de tú a tú a cualquiera, como bien saben ya Juventus y Chelsea (uno se va a quedar fuera).
Hasta que Lucescu cogió las riendas del equipo en 2004 sólo habían ganado una liga ucraniana en su historia. Y desde entonces han alzado seis de las últimas ocho. Una competición que ha sido dominada históricamente por el Dynamo de Kiev.
La fantasía la ponen sin duda el clan de los brasileños (hasta nueve en la plantilla), liderados por Luiz Adriano, Alex Teixeira y, sobre todo, Fernandinho y William (que acabará en un grande). Ellos han sido los artífices del mejor juego visto hasta la fecha en la máxima competición europea.
Atrás, sin embargo, optan por jugadores experimentados de la Europa del Este como Srna, Rat, Hübschman, Kucher y el portero Pyatov, quizás el eslabón más flojo de la cadena ucraniana.
Pieza clave en el equipo es el armenio Mkhitaryan, el lazo de unión entre la parte de atrás y la de arriba, y que ha sorprendido esta temporada con sus llegadas continuas al área, cada temporada sus números goleadores crecen notablemente.
Hasta la derrota sufrida la semana pasada en Londres, sumaban 35 partidos sin perder en todas las competiciones. De hecho lidera la liga de su país con 14 victorias en los mismos partidos.

Pero el favoritismo de estos dos equipos no deja de ser un sueño, la ilusión de que David pueda derribar otra vez a Goliat. Todos sabemos que tanto el Madrid como el Barcelona parecen haberse tomado este año la competición con más tranquilidad visto el fracaso del año anterior, cuando se pasearon hasta llegar a las semifinales, donde cayeron con estrépito. Esta temporada parece que será otra cosa.

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