martes, 17 de septiembre de 2013

CR7 quiere la Décima




Cuando a Raúl González Blanco le dieron la patada en el Real Madrid, otro histórico merengón como Fernando Hierro, le calificó como “un ferrari”. Atrás dejaba grandísimas temporadas, y también alguna flojilla, para que mentir. Se iba un emblema blanco que anotó 323 goles en 741 partidos; una cifra difícil de superar, o eso parecía.

No estaría mal recurrir nuevamente al central malagueño para que explicara con qué tipo de bólido asemejaría a Cristiano Ronaldo. Podría ser el Red Bull de Vettel, que se pasea por el mundial de Fórmula 1.

El 6 de julio de 2009 Cristiano gritaba “hala Madrid” mientras un repleto Santiago Bernabéu le jaleaba. Llegaba con el cartel de estrella, pero los 94 millones de euros que pagó Florentino Pérez en su día, parecían algo exagerados.

Ahora cuatro años después, su fichaje no es que no parezca caro, es que resulta hasta barato, una ganga. En sólo cuatro temporadas Ronaldo ha ido superando uno a uno a los máximos goleadores de la historia blanca. Tal ha sido su escalada, que ya sólo tiene por delante a Hugo Sánchez (208), Puskas (237), Santillana (288), Di Stéfano (307) y el propio Raúl (323). Y tras su multimillonaria, pero no por ello inmerecida renovación de contrato, parece simplemente cuestión de tiempo que el portugués supere a todos ellos.

La renovación de CR7, aparte de ser casi una cuestión de estado, es la guinda del pastel del nuevo proyecto blanco. Se ha vivido un verano más que movidito en las oficinas de Chamartín, con fructíferas operaciones, las mejores que yo recuerdo.

Posiblemente lo más polémico es la marcha de Özil , más por lo que pueda llegar a ser que por lo que ha demostrado. Su clase y sus dotes futbolísticas son de nivel top, como diría Mourinho; pero su ambición y su capacidad de esfuerzo son de infantil, o cadete a lo sumo. El tiempo dirá si ha sido una buena o una mala decisión; por ahora parece, cuanto menos, atrevida.

Para sustituir al alemán se ha traído a un producto nacional, que falta hacía. Isco parece peor que Mesut, pero futuro tiene por delante para demostrar que puede llevar la manija del Real Madrid y de la selección.

El resto de movimientos, tanto entradas como salidas, han sido ejemplares. Rafa Benítez, al que desde aquí propongo para futuro presidente de honor del club cuando don Alfredo nos deje, nos ha quitado toda la morralla perenne que teníamos en el banquillo. También ha ayudado el bueno de Galliani con su empeño de juntar a reliquias.

Difícil parecía buscar un sustituto a Xabi Alonso, que termina contrato el próximo verano. Pero el problema parece resuelto gracias al fichaje millonario de Illarramendi, la sorpresiva irrupción de Casemiro, y el paso al frente de Modric.
En cuanto al puesto más débil de las últimas temporadas, el lateral derecho, también se ha reforzado. Carvajal no tardará mucho en quitar el puesto a Arbeloa, ofreciendo así una opción más para el ataque.

El fichaje de Neymar por el Barcelona obligó al Madrid a mover ficha, a contratar a otro galáctico, y en el mercado sólo había uno, Gareth Bale. Y después de unas intensas negociaciones con el rocoso Levy, el galés ya viste de blanco. Ahora sólo queda disfrutar de sus incansables galopadas y sus temibles zarpazos.

El Madrid, de momento, no carbura, ninguno sabe su rol dentro del equipo. Pero resulta imposible pensar que esta plantilla no acabará por funcionar, y lo hará en los momentos calientes de la temporada.

Con Ronaldo como claro buque insignia, dejando a un lado su tristeza, la Décima está un pasito más cerca.



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