Mañana arranca una nueva y apasionante temporada de la NBA, coincidiendo con la llegada a EEUU del huracán Sandy (nada que ver con la cerveza con sabor a limón y a Mónica Naranjo). Una temporada completa sin asterisco (lock out), en la que cada franquicia deberá demostrar si los cambios efectuados en el agitado mercado han sido efectivos.
La Conferencia Este tiene dueño. Miami Heat ha mantenido el bloque ganador y además ha sumado al roster piezas importantes como Ray Allen (Jesus Shuttlesworth), el máximo triplista en la historia de la liga, y Rashard Lewis, una estrella venida a menos que ahora tendrá en el sol de Miami su última oportunidad para conseguir el anillo. Parece que Spoelsta va a apostar por Chris Bosh como cinco (para ello ha trabajado el zurdo todo el verano) y con Lebron James de cuatro, capaz de defender a todos los power forwards de la liga. Además parece claro que el liderazgo del equipo ha quedado única y exclusivamente en las manos de Lebron, tras el acertado paso atrás de Dwayne Wade, que se ha rendido a la evidencia y ha aceptado su rol de secundario.
Su máximo rival será Boston Celtics. Doc Rivers inyectará, una vez más, a sus jugadores esa garra que convierte a los verdes en un equipo difícil de batir, como han sido toda su historia. Han fichado grandes nombres como Jason Terry, microondas y buen sustituto de Allen, y Courtney Lee, que ocupará el puesto defensivo que tanto tiempo llevan buscando desde la marcha de Tony Allen. Sin embargo, las últimas incorporaciones (Darko Milicic y Leandro Barbosa) realizadas por Danny Ainge no parece que vayan a mejorar la plantilla.
Indiana Pacers deberá confirmar su mejoría mostrada la temporada pasada, al igual que Philadelphia 76ers, aunque los de Doug Collins deberán cambiar su juego para no echar de menos a Andre Iguadola e intentar acoplar lo antes posible a Andrew Bynum, que sin duda hará los mejores números de su carrera. Ambas franquicias estarán en los Playoffs.
Interesante será el duelo neoyorkino. Gran proyecto parece a corto-medio plazo el que han montado Prokhorov y Jay Z con los Brooklyn Nets, con fichajes como Joe Johnson, CJ Watson, Reggie Evans o Mirza Teletotiv. Y sobre todo manteniendo a sus dos estrellas, Deron Williams (el mejor base de la liga) y Kris Humphries. Por lo que serán uno de los principales atractivos para esta temporada que arranca. La duda está en si serán capaces de superar a sus vecinos los Jurassic Knicks, como ya llaman a los New York Knicks tras las incorporaciones de Rasheed Wallace, Jason Kidd, Pablo Prigioni, Marcus Camby o Kurt Thomas. La incógnita, un año más, será si sus principales jugadores, su estrella Carmelo Anthony y su semiestrella Amare Stoudamire, serán capaces de llegar a entenderse, aunque parece imposible. Además tienen importantes bajas respecto al año pasado como Jeremy Lin (bluf), Landry Fields y Toney Douglas, que sobre todo aportaban la poca intensidad defensiva que tenían los knickerbockers.
Y qué decir de Chicago Bulls. Un equipo marcado por la lesión de su gran estrella Derrick Rose. El bueno de Thibodeau poco puede hacer con una plantilla pensada por y para Rose. Llegarán a puestos de Playoffs, pero justitos.
Atlanta Hawks, como siempre, estará ahí. Han podido suplir bien a su jugador franquicia durante las últimas pretemporadas. Lou Williams parece, a priori, un buen sustituto de Joe Johnson. Los de la ciudad de la Coca-Cola tendrán que luchar por el último puesto de Playoffs con Milwaukee Bucks, que ha mantenido el bloque y sigue apostando por Monta Ellis y Brandon Jennings.
Si en el Este parece que está todo el pescado vendido, no se puede decir lo mismo de la Conferencia Oeste. Los Ángeles Lakers no han podido evitar unirse a la moda de hacer un equipo competitivo por la vía rápida, a golpe de talonario. Para ello han juntado a un gran playmaker (Steve Nash), al supuesto mejor pívot de la liga (Dwight Howard), a Pau Gasol y a Kobe Bryant, lo que les asegura colgarse el cartel de favorito, pero no el anillo (aunque tanto Boston como Miami sí lo consiguieron). Este equipo necesita tiempo para acoplarse, y no parece que Mike Brown, que fue incapaz de ganar el título con Lebron en Cleveland, sea el mejor entrenador para ello. Además todo hace pensar que la Mamba Negra, en la cuesta abajo de su carrera, obsesionado con acercarse a los números de Michael Jordan seguirá lanzando treinta tiros a canasta por partido. Kobe nunca ha querido un buen base en el Staples, siempre se ha conformado con tener a su lado a Derek Fisher, y ahora tendrá que tragar con Nash.
El otro candidato es Oklahoma City Thunder, que ha mantenido un bloque que crecerá en cuanto a experiencia tras la final perdida la temporada pasada. Llama la atención la falta de refuerzos, por no hablar del sorprendente traspaso de última hora que ha llevado a la barba más conocida de la NBA y actual mejor sexto hombre rumbo a Houston. A cambio los Thunder han recibido a Kevin Martin y algún bulto más. En un principio el cambio parece a peor, y en cuanto algo salga mal, las miradas se fijarán otra vez en Westbrook, que nunca terminará de convencer.
Si hablamos del Oeste sería un grave error olvidarse de San Antonio Spurs. Sin duda los que mejor juego desplegaron el año pasado de la mano de Coach Pop. Mantienen hasta diez jugadores de primer nivel, aunque sus principales estrellas siguen cumpliendo años.
Podrían repetir enfrentamiento en Playoffs Los Ángeles Clippers y Memphis Grizzlies. Los californianos han perdido importantes piezas como Mo Williams, Randy Foye, Nick Young o Reggie Evans. Aunque se han reforzado bien con Lamar Odom, Jamal Crawford, Willie Green o Grant Hill. Además recuperan a Chauncey Billups, que podría ser importante en la postemporada. Por su parte, la vida en Tennessee sigue igual. Buen equipo que tendrá que superar el fracaso del año pasado.
La sorpresa podría ser Minnesota Timberwolves. Se han quitado de encima a jugadores que no tenían sitio como Michael Beasley o Darko Milicic y los han sustituido por buenos nombres como Brandon Roy Andrei Kirilenko Alexey Shved o Chase Budinger. Aunque su verdadero rendimiento no se verá hasta el 2013 cuando vuelvan los lesionados Ricky Rubio y Kevin Love.
Lo tienen todo para superar el nivel de la temporada pasada Denver Nuggets. La pizarra de George Karl sigue funcionando, Ty Lawson crece cada partido, y le han puesto la guinda al pastel, Andre Iguodala.
Poco se puede decir de Dallas Mavericks, una franquicia en constante reconstrucción. Su extravagante propietario, Mark Cuban, se empeñó en desmontar un equipo campeón, y vaya si lo logró. Y ahora parece más interesado en salir en algún capítulo de “El séquito” que en volver a formar una gran plantilla. Los texanos se jugarán el último puesto de Playoffs con Houston Rockets y Utah Jazz.
Atractivos serán New Orleans Hornets, habrá que seguirlos muy de cerca. En la lotería del draft les ha tocado el gran defensor y nº1 del draft, Anthony Davis y el talentoso base Austin Rivers (hijo de Doc). También han hecho buenos fichajes como Ryan Anderson, el jugador más mejorado el año pasado, o Robin Lopez, y han conseguido mantener a Eric Gordon.
También crecerá como equipo Sacramento Kings. Buena pareja interior van a formar Demarcus Cousins y el rookie Thomas Robinson, sin duda una de las mejores de la liga. Además han incorporado un buen base como Aroon Brooks.
CAMPEÓN NBA: Miami Heat. Los de Spoelstra no lo tendrán fácil, pero el segundo anillo consecutivo confirmará el comienza de la hegemonía de Lebron James.
MVP FINALES: Lebron James. Si Miami consigue revalidad título parece impensable que no se lo lleve el número 6.
CAMPEÓN CONFERENCIA OESTE: Oklahoma City Thunder. La experiencia del año pasado ayudará a los de Scott Brooks a superar a los Spurs y a los Lakers, de los que no descarto un descalabro en Playoffs.
CAMPEÓN CONFERENCIA ESTE: Miami Heat. Por todo lo dicho anteriormente.
MVP TEMPORADA: Lebron James. Su nueva posición de cuatro le ayudará a engordar sus estadísticas. Sus números se acercarán peligrosamente al triple doble. Será su cuarto premio individual como el mejor de toda la temporada, igualará a Wilt Chamberlain, y sólo estará por debajo de los cinco de Michael Jordan y Bill Russell y los seis de Kareem Abdul-Jabbar. El único capaz de quitarle el galardón será Kevin Durant.
ENTRENADOR DEL AÑO: Rick Adelman (Minnesota Timberwolves). Gran entrenador con experiencia que ya estuvo cerca de conseguir el premio con Sacramento King y Houston Rockets. Como rivales tendrá a Eric Spoelstra, si deciden reconocerle algún mérito, y a Avery Johnson si consigue hacer una buena temporada con los Brooklyn Nets. Ya ganó uno con Dallas.
ROOKIE DEL AÑO: Anthony Davis reemplazará a Kyrie Irving. El unicejo disputará casi todos los minutos y se hinchará a coger rebotes y hacer tapones. Aunque en los partidos de pretemporada ha destacado y se ha colado en las quinielas Damian Lillard. Ojo también a Thomas Robinson.
MEJOR SEXTO HOMBRE: La marcha de Harden a Houston lo ha cambiado todo. Podría ser su sustituto en Oklahoma, Kevin Martín, aunque es un tanto irregular. Otra opción sería Ray Allen, que será pieza importante en el equipo campeón. Pero mi apuesta es Jasón Terry, que será el revulsivo de unos renacidos Celtics, que llegarán lejos.
JUGADOR MÁS MEJORADO: OJ Mayo. El galardón más abierto sin duda. OJ ha cambiado el papel de secundario en Memphis por el de principal en Dallas. Cuban ha dicho de él que tenía potencial para ser una estrella en la NBA. Lo que hace pensar que tiene total libertad para tirarse hasta las zapatillas. Si mete alguna, acabará la temporada con buenos números. Otra opción sería JaVale McGee, que tendrá un papel importante en Denver, un equipo al que muchos colocan como la gran sorpresa de la temporada.
JUGADOR DEFENSIVO DEL AÑO: Serge Ibaka. El español ya debió ganarlo el año pasado, aunque finalmente se lo arrebató injustamente Chandler, que sorprendentemente no estaba en el mejor quinteto defensivo. Como principal rival tendrá a Dwight Howard, que podría conseguir su cuarto premio.